Contexto A pesar de que Colombia ocupa menos del 1% de la superficie terrestre global, alberga más del 10% de las especies conocidas actualmente. La mayoría de nuestra biodiversidad se encuentra albergada en los bosques naturales del país: más de la mitad de nuestro territorio está cubierto por ellos, y muchos se encuentran protegidos bajo la categoría de áreas protegidas o reservas forestales. Estos bosques prestan un servicio invaluable en la regulación del agua en nuestros ríos y suponen una protección efectiva contra deslizamientos, inundaciones y sequías producidos por factores climáticos. La deforestación es la principal amenaza de los bosques naturales en el mundo y Colombia no es la excepción, pues ocupa uno de los primeros lugares de pérdida anual de cobertura arbórea del planeta. A pesar de los esfuerzos por reducir este fenómeno, el país se enfrentó a uno de los incrementos más dramáticos de deforestación en el año 2017: el fenómeno aumentó 23%, a nivel nacional, durante ese periodo. Más la mitad de esta deforestación ocurrió en la Amazonía, mientras que las coberturas naturales remanentes en la cuenca del Magdalena-Cauca son inferiores al 30% y en la del Caribe tan sólo queda el 10%. Lo anterior es preocupante, pues en la Amazonía se origina buena parte del ciclo del agua del resto del país y en las cuencas mayoritariamente deforestadas se concentra más del 85% de la población colombiana, toda la generación hidroeléctrica del país y más del 80% del PIB. Sin bosques, nuestra vulnerabilidad a sufrir los embates de las sequías e inundaciones se incrementa de manera sustancial. Entender los ecosistemas boscosos como ejes centrales para el desarrollo y tener criterios de manejo sostenible de los recursos naturales traerá beneficios ambientales, económicos y sociales para todos los colombianos. La meta de evitar la deforestación es también una oportunidad para fortalecer la gobernanza en los territorios, así como la sostenibilidad en el uso de los recursos forestales a partir del trabajo conjunto con las comunidades, sociedad civil y sectores público y privado. Con ello, se generará un nuevo rumbo que garantice la regulación del agua, del clima y de la biodiversidad, y que optimice nuestra competitividad.
Contexto del Foro
El desarrollo económico local se ha convertido en una estrategia necesaria en cada región colombiana, las cifras lo demuestran, la economía cada vez está más contraída, las asimetrías regionales persisten y se requiere un trabajo desde cada territorio para potenciar su vocación productiva, el saber hacer de su población, su identidad como fuente de oportunidades y empleo decente, pero, sobre todo, para que cada territorio de acuerdo a su singularidad y capacidades se gestione colectivamente.
Para ello, se requiere contar con instrumentos a la medida. Reconocer que Colombia no solo es un país de regiones sino de subregiones, provincias, ecorregiones, biorregiones y que es casi imposible estandarizar el desarrollo y/o pensar en herramientas únicas de gestión, que permitan tener una mirada regional que construyen país.
Con esta motivación se realiza el Foro Nacional de Desarrollo Económico Local, un espacio que nace en el marco del Programa Competitividad Estratégica Territorial CET, financiado por la Unión Europea y apoyado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, con el que se quiere debatir y construir, compartir conocimiento y herramientas de gestión para el desarrollo local desde miradas diversas de actores nacionales y territoriales involucrados en dinámicas DEL.
Un espacio para reconocer el esfuerzo de varios cooperantes como la Unión Europea, que, por experiencia propia con el enfoque líder en su realidad, saben que el desarrollo se construye desde lo local hasta lo nacional.
Un espacio para presentar y poder dialogar sobre el documento de Política Pública en Desarrollo Económico Local. Un ejercicio que se ha venido construyendo con diferentes aliados del Gobierno Nacional, la academia y las regiones.
Adicional, este es un Foro en el que se busca debatir con diferentes actores decisivos del Gobierno nacional y regional, la cooperación, sector privado y sociedad civil, lo fundamental del desarrollo económico local en esta época de cambio, donde cada región colombiana no solo debe estar preparada para una enorme dinámica de mercado, sino para un momento de cambio en sus dinámicas: cambio de generación en la toma de decisiones, una nueva gobernanza y urbes más pobladas, post acuerdo, transformación de las dinámicas del conflicto en Colombia, responsabilidad con el medio ambiente, cómo innovar para ser regiones más competitivas, y no menos importante, cómo vincular a la mujer en los procesos de desarrollo local.
Finamente, un Foro que quiere resaltar lo sucedido en 10 años del Desarrollo Económico Local en Colombia, desde el esfuerzo de las regiones y sus actores en la promoción de procesos solidarios sostenibles y conscientes que parten de las vocaciones propias, especialmente de las ADEL, e invitando a otros actores que ayudan a la construcción de país desde las alianzas locales, desde el comercio justo, las finanzas responsables, el mejoramiento de economías territoriales con sentido humano y desde el convencimiento de que el desarrollo local es una pasión diaria que invita a todos a ser desprendidos y trabajar solidariamente por este país.